"Espero al final de mi vida, haber encontrado todos los valores de la niñez" (Miró)

La sexualidad infantil. Cómo hablar de sexualidad con los niños y adolescentes.

(Alexander Telalim)


¿Por qué los niños necesitan saber sobre el sexo y la sexualidad?

¿Cuándo es el mejor momento para empezar a hablar sobre sexo y sexualidad con mi hijo?

¿Cómo puedo iniciar una conversación sobre sexo y sexualidad?

¿Qué debo hacer si no me siento cómodo al hablar de sexo con mis hijos?

¿Qué debo decirles a mis hijos y cuándo?



LA SEXUALIDAD INFANTIL                  

Mi cuerpo y yo
La curiosidad de niños y niñas a esta edad es grande. Van descubriendo sus manos, su cara, su ombligo, en determinado momento descubren sus genitales y que les resulta placentero tocarlos.
Pueden empezar en esta etapa a tocar con cierta frecuencia sus genitales, tanto para explorarlos como por la búsqueda de placer.
-La reacción de los adultos les mandará un potente mensaje con relación a la sexualidad, sus derechos y limitaciones. Si les demostramos censura, enojo o disgusto, les estaremos enseñando que los órganos sexuales y el placer que producen es negativo.
-Si reaccionamos con aceptación y límites; si les decimos: «Es tu cuerpo. Debes cuidarlo, conocerlo y disfrutarlo, pero hay actividades que son privadas», aprenderán que la sexualidad es aceptada y aceptable y que todos tenemos derecho a la privacidad y el respeto de nuestro cuerpo.
-Si por motivos religiosos o filosóficos queremos enseñarles a no hacerlo, les explicaremos los motivos, y podrán ir aprendiendo que hay veces que tenemos que dejar de lado nuestros deseos por valores que consideramos superiores.

La importancia de una educación no sexista
-En la actualidad, ya no tenemos dudas de que unos y otros tenemos los mismos derechos y debemos tener las mismas posibilidades.
-Por eso, es importante que desde chiquitos les enseñemos a funcionar en igualdad de condiciones, sin repetir estereotipos dañinos como «ayudar en la casa es para las niñas» o «los chicos no lloran ».
-Criarlos sabiendo que su sexo no es una limitación para sentirse realizados y satisfechos consigo mismos les allanará el camino en la vida y los ayudará a respetar y respetarse por ser ellos mismos.

Hablar con naturalidad sobre la sexualidad
-Si no les damos la información adecuada, se la ocultamos o evitamos hablar del tema, les estamos transmitiendo la idea de que la sexualidad es mala o prohibida, y además estamos dejando el camino libre para que obtengan la información de cualquier fuente.
-Es bueno conversar el tema entre los padres y adultos a cargo, intercambiar ideas, leer y pedir asesoramiento.¿Cuánta información? ¿Cuándo? ¿Cómo? Cuando los niños y las niñas preguntan algo, nunca los dejemos sin respuestas. Si no sabemos contestar, podemos decírselo, buscar información o asesorarnos.
-Algunas veces no hacen preguntas concretas, pero en ocasiones percibimos una interrogante detrás de un comentario, de algún silencio, de la mirada. Podemos entonces atender esa demanda silenciosa preguntando, por ejemplo: «¿Te ha llamado la atención la panza de esa señora?».
-Las respuestas tienen que ser: Veraces y adecuadas a lo que pueden entender y breves, porque largos discursos confunden y aburren.
-Si nunca nos hacen preguntas, podemos reflexionar sobre el motivo de esa actitud; preguntarnos si existe el clima familiar propicio para hablar de esos temas o si algo los inhibe.
-Siempre conviene partir de lo que saben. Por lo general a esta edad los niños y las niñas van conociendo:
-Las diferencias entre los genitales de ambos sexos.
-Los nombres de los genitales.
-Algunos aspectos del embarazo y el parto.

También:
-Tienen curiosidad por su cuerpo y sus genitales.
-Sienten placer cuando se tocan sus genitales.
-Tocan sus genitales aun en público.

-Cuando se habla de sexualidad, lo importante es lograr transmitirle al niño y a la niña que es una más de las muchas funciones del organismo, tan respetable como cualquier otra función, y que es un asunto que puede y debe hablarse en familia. Por eso, cuando mencionamos los genitales, tenemos que cuidarnos de no transmitir algo equivocado. Por ejemplo, cambiarles el nombre puede enseñarles que llamarlos por su nombre correcto nos da vergüenza.

La desnudez
-Los preescolares no tienen mucho pudor y disfrutan de su desnudez. Cada familia y cada cultura tiene sensibilidades distintas con relación a la desnudez. Es saludable enseñarles que el cuerpo no tiene nada de malo. Ver desnudos a sus iguales, a otros niños y niñas, les permite aprender con naturalidad la diferencia de los genitales externos.
-Es  saludable enseñarles el pudor, el derecho a la privacidad y la intimidad.

La masturbación
-La búsqueda de placer en su propio cuerpo es una actividad esperable y normal en ambos sexos.

-Es la primera experiencia con el placer de la sexualidad y de alguna manera sienta bases para el futuro del goce sexual adulto.
-La actividad masturbatoria normal suele aparecer en momentos de aburrimiento o de inactividad: al irse a dormir, cuando miran TV. Lo habitual es que durante la mayor parte del día jueguen, corran, se relacionen.
-El placer lo obtienen de rozar sus genitales con las manos o contra algún objeto.
-Nuestras reacciones les dirán mucho sobre la sexualidad y su ejercicio responsable y privado.
-Si nos enojamos y los reprimimos, les estaremos enseñando que la sexualidad es mala.
-Cuando la religión o la creencia de la familia no acepta la masturbación, corresponde explicarles a los niños los motivos filosóficos o ideológicos por los cuales no deben masturbarse, pero sin asustarlos, engañarlos o hacerlos sentir culpables. Por ejemplo: «Masturbarse es algo que hacen muchas personas y que según los médicos no es anormal. Sin embargo, nuestra religión lo prohíbe porque… De modo que te pedimos que no lo hagas».
-Si queremos enseñarles que ellos son los dueños de su cuerpo y que deben disfrutarlo y cuidarlo, la reacción ante la masturbación es una buena oportunidad para hacerlo. Recordémosles que solo ellos pueden tocar sus genitales y que deben cuidar la privacidad de estas actividades. Esta es una buena manera de darles libertad y enseñarles los límites que deben poner a los demás.

Los preescolares y los juegos sexuales ¿Jugamos a los doctores?
-A esta edad la sana curiosidad lleva a niños y niñas a explorar el cuerpo propio y el de otros.
-Esta exploración toma la forma de juegos sexuales típicos de la edad.
-¿Qué hacemos frente a juegos sexuales normales?
Es una oportunidad para charlar en calma y en un clima agradable sobre lo que está explorando el niño o la niña con su juego; la diferencia de sexos, por ejemplo. También es buena oportunidad para referirnos a conceptos como el de la intimidad o la privacidad.

Prevención del abuso sexual
-Digamos al niño o la niña que nadie tiene derecho a tocar ni a mirar las partes íntimas del otro, y mucho menos si es una persona mayor.
A los padres y adultos nos cuesta creer que el abuso sexual existe y que la mayor parte de las veces viene de personas conocidas en las que confían tanto el niño como los padres y adultos encargados de cuidarlo. Nos cuesta aceptar que  puede pasarle a cualquiera… a uno de nuestros hijos, sobrinos o nietos.
Enseñarles a defenderse de este tipo de peligro es tan importante como enseñarles a cruzar la calle o a no meter los dedos en el enchufe. Por ello es fundamental que:
-Desde pequeños les expliquemos que en su cuerpo hay zonas privadas e íntimas que nadie puede tocar.
-El clima familiar sea propicio para que puedan expresarse, hablar, contar sus preocupaciones.
-Para trabajar con ellos este tema es muy útil plantearles situaciones no reales pero posibles, explorar sus reacciones y darles estrategias útiles y protectoras. Se les puede decir, por ejemplo: «¿Qué harías si el abuelo de un amiguito te quisiera tocar…?», «¿Qué harías si en la escuela un niño más grande te invitara a ir solo al baño con él?».
-Para evitar atemorizarlos y que sientan una total desconfianza en quienes los rodean, podemos decirles que «por suerte en el mundo hay muchas más personas buenas y sanas que de las otras». De esta forma, no les damos la idea de que el mundo es más peligroso de lo que realmente es.
-Si un niño o una niña nos cuenta que vivió una situación de abuso sexual, es importante que como adultos podamos:
-Escucharlo, tratando de no interrumpir.
-Creerle. No cuestionar ni poner en duda
(con palabras o gestos) su relato. Es importante saber que no pueden inventar contactos sexuales que no conocen ni han vivido.
-Permitirle que exprese sus emociones con comprensión, cuidado y respeto por su cuerpo y por lo que nos cuenta.
-No prometer ni proponer nada que no estemos absolutamente seguros de poder cumplir.
-Explicarle que nosotros también necesitamos buscar ayuda para encarar la situación, para poder ayudarlo.
-Preguntarle de qué manera le parece a él o ella que lo podamos ayudar.

Preguntas incómodas
La exposición de los niños y las niñas a los medios de comunicación los enfrenta a información que está fuera de lo adecuado para la edad. Esto pone a los adultos en la situación de tener que explicarles temas sobre los que aún no hablarían con ellos.
-No estamos obligados a dar información que no creamos conveniente, y hay unas pocas veces en las que podemos decir «Te lo explicaré cuando seas más mayor».
-Otras veces podemos dar una explicación que sea adecuada a la edad, veraz, pero que simplifique la compleja realidad adulta. Un ejemplo: «¿Qué es un travesti?». Respuesta: «Un señor a quien le gusta vestirse de señora».
-Lo importante es que aun frente a las preguntas más escabrosas mantengamos un tono honesto y tranquilo que le transmita al niño el mensaje irrefutable: «En mi familia no hay temas prohibidos».
-La salud, la higiene y la sexualidad son cuestiones que deben tratarse con naturalidad en la crianza de los niños. No es bueno que reciban información solamente cuando nos pregunten, ni informarles solo sobre aspectos negativos o espinosos de la sexualidad.

Fomentar el uso de juegos y juguetes no sexistas. Cuentos.

6-9 AÑOS

-Nuestro cuerpo crece.
 Diferencias físicas entre niño-niña y con las personas adultas.
 Diferencias físicas individuales.
 Cuidados del cuerpo.
 El cuerpo como fuente de sensaciones, comunicación y placer.
-La reproducción como una de las funciones de la sexualidad.
Nuestro origen:
• Fecundación. Información básica del proceso.
• Embarazo. Dónde y cómo se desarrolla el feto. Cambios visibles. Cuidados de la
embarazada.
• Parto. Cómo y por dónde se nace.

• Los cuidados de la criatura, papel del padre y de la madre en los mismos.

- Juegos y juguetes cooperativos y no sexistas.

Conocer su cuerpo y tomar conciencia del crecimiento del mismo, reconociendo diferencias con el otro sexo y con las personas adultas y desarrollando hábitos de cuidado y bienestar corporal; asumiendo su cuerpo como fuente de sensaciones, comunicación y placer, así como una identidad sexual libre de elementos de género discriminatorios.

-Entre los intereses de las niñas y los niños de estas edades ocupa un lugar central el conocimiento de su cuerpo, así como las diferencias con el otro sexo y con las personas adultas. Es importante que se dé respuesta a estos intereses, dentro de un clima de confianza, naturalidad, diálogo, participación..., cuidando que el vocabulario que se utilice no lleve implícitas connotaciones peyorativas hacia determinadas partes del cuerpo (ejemplo, los genitales). Asimismo, debemos cuestionar las características consideradas culturalmente como propias de uno u otro sexo, cuidando no reforzarlas y desarrollando actividades de compensación que contribuyan a eliminar estas actitudes y comportamientos discriminatorios; favoreciendo con ello la asunción positiva de la identidad sexual.
-Es muy importante destacar junto a la higiene, los de bienestar general como: horas de sueño, horas de T.V., tiempo de ocio..., dentro de una visión integral y positiva de lo que significa nuestro cuerpo.
-Adquirir conocimientos básicos en torno al origen de las personas, entendiendo la reproducción como fruto de una decisión libre y responsable, y dentro de una concepción de la sexualidad como fuente de comunicación, placer, afecto... El objetivo no es que nuestros hijos conozcan y comprendan los procesos implicados en nuestro origen (fecundación, embarazo y parto), sino aprovechar sus curiosidades, sus preguntas, sus concepciones previas... para que en un proceso de naturalidad y cercano a ellas y ellos, indaguen cuestiones y vayan construyendo nuevas concepciones y actitudes más abiertas y positivas ante el origen y la sexualidad de las personas

9 -12 AÑOS

-El cuerpo se desarrolla:principales cambios puberales.
• Diferencias entre el cuerpo de la chica y del chico.
• Órganos genitales externos e internos masculinos y femeninos.
• Cambios puberales: diferenciación corporal, menstruación, erección, eyaculación.
-Funciones del cuerpo sexuado.
-Cuidados e higiene del cuerpo.
-La reproducción como una de las funciones de la sexualidad.
-La fecundación:
• Concepto y proceso.
• Condiciones para quedar embarazada.
-El embarazo:
• Conocimiento básico del desarrollo del embrión y del feto.
• Cuidados de la embarazada.
-El parto:
• Conocimiento básico del proceso del parto.
• Parto vaginal y parto por cesárea.
-La maternidad y la paternidad deseada y responsable. Los cuidados de la criatura.

Conocer y asumir los cambios que se producen en su propio cuerpo y en el del otro sexo, practicando hábitos de cuidado corporal y asumiendo su cuerpo sexuado como fuente de comunicación, sensaciones, placer y afecto, así como, una intensidad sexual libre de elementos de género discriminatorios.

-En estas edades en las que el cuerpo de niñas y niños comienza a transformarse en adulto, es de vital importancia trabajar, con la debida contextualización, todos los aspectos referidos a lo cambios puberales, destabilizando los mitos existentes alrededor de éstos; cuestionando cualquier tipo de complejos; analizando críticamente el lenguaje usado para denominar determinadas partes del cuerpo; y potenciando la valoración de su cuerpo tal y como es, valorando siempre los aspectos saludables y positivos de cada persona.
-Hacer hincapié en las posibilidades, capacidades... que les brinda un cuerpo sexuado, fomentando el análisis crítico ante los condicionamientos culturales (roles de género,  modelo de belleza...) que han desarrollado valores y capacidades distintas para unas y para otros. La flexibilización de estos aspectos facilitará al chico y a la chica la adquisición de la permanencia de su identidad sexual de forma positiva.
-Destacar la importancia de prácticar unos hábitos de higiene y cuidado personal, hábitos que se han de ir consolidando en esta etapa.
-Conocer los procesos de fecundación, embarazo y parto, así como los cuidados que requiere la mujer embarazada y la criatura, entendiendo la reproducción como una de la múltiples funciones que tiene la sexualidad, a la cual debe optar responsablemente.
- En esta etapa, en la que la reproducción es un Centro de Interés explícito para niñas y niños, debemos tener cuidado de no caer en un reduccionismo biologicista. Por ello, es importante que este aprendizaje se construya desde una visión amplia de la sexualidad, en la que la reproducción sea considerada como una más de sus posibilidades.


 12 -13 AÑOS

- Aspectos a trabajar:
· Conocer nuestra realidad como seres sexuados.
· Describir las diferencias anatómicas entre el hombre y la mujer.
· Conocer los cambios a lo largo de la vida y, específicamente, los de la pubertad.
· Reforzar el conocimiento del propio cuerpo.
· Conocer lo que son la menstruación y las eyaculaciones involuntarias.
· Favorecer la adquisición de hábitos higiénicos.
· Romper tabúes sobre el uso de los tampones.

· Diferenciar sexo y género.
· Aceptar positivamente su identidad sexual.
· Percibir la influencia social en la construcción del género.
· Empezar a analizar los roles de género y su carácter discriminatorio.


La pubertad es un período de grandes cambios y el conocimiento nos ayuda a entender lo que nos pasa, a ver que a otras personas les pasa lo mismo, en suma, a vivirla mejor. Los cambios corporales transforman la figura corporal, la imagen de chicos y chicas. El resultado es un nuevo cuerpo sexuado que abre nuevas posibilidades y necesidades afectivas y sexuales. Los chicos tienen unas cosas y las chicas otras, pero todas ellas son igual de importantes y con todas ellas tienen que sentirse a gusto y conocerlas. Además de los cambios físicos, en el paso a la adolescencia se producen también importantes cambios psicológicos y emocionales.
El comienzo del ciclo menstrual en las chicas y de las poluciones nocturnas en los chicos indica que se encuentran en plena adolescencia.



Es muy importante que las chicas conozcan bien su propio cuerpo al igual que lo es que los chicos conozcan qué es la regla y sus implicaciones. Respecto al uso del tampón, no se trata tanto de que lo usen como de que no tengan miedo a usarlo si así lo deciden o lo creen conveniente para determinadas actividades.
Los seres humanos nacemos hombres y mujeres, en consecuencia somos del sexo femenino o del sexo masculino. Pero nuestra identidad personal no nos viene dado por nacimiento, sino que se construye en un proceso en el que confluyen distintos elementos: la biología, la familia, nuestro sexo, nuestra orientación sexual, los roles y estereotipos sociales, nuestra personalidad..., a lo largo del tiempo y en continua evolución.
Nuestra sociedad, por el hecho de haber nacido hombres o mujeres, nos dice que tenemos que ser de una determinada manera y dedicarnos a unas determinadas cosas y no a otras. El papel que la sociedad nos otorga por el hecho de haber nacido hombres o mujeres es lo que se conoce como roles de género. Sin embargo, HAY TANTAS FORMAS DE SER HOMBRE O MUJER COMO PERSONAS HAY. Y todas son igual de respetables.


13 -14 AÑOS

Aspectos a trabajar:

· Conocer las reacciones corporales de deseo y excitación sexuales.
· Conocer y reflexionar sobre las diferentes alternativas que se pueden dar al deseo sexual.
· Conocer la reproducción humana y relacionarla con la madurez personal.
· La imagen corporal: relativizar el concepto de belleza física, reflexionar sobre la propia imagen, mejorar en autoconocimiento y autoestima, potenciar una actitud de respeto por uno mismo.

Transmitirles que ante un deseo sexual caben varias alternativas y que entre ellas nunca puede estar la de imponer nuestros deseos a otra persona. El deseo sexual no está al margen de estos códigos de respeto y su satisfacción con otra persona requiere de una cierta complejidad, pues hemos de manifestar tal deseo, lo que no es fácil, y esa persona ha de estar de acuerdo. También el deseo sexual puede satisfacerse de una manera autónoma mediante la masturbación. Solemos asociar la masturbación más con los chicos, pues en las chicas queda invisibilizada por la creencia de que las mujeres no tienen deseos sexuales.

Hemos de transmitir a los preadolescentes que el deseo sexual, al igual que cualquier otro deseo, puede ser satisfecho de una manera inmediata, aplazado y, en algunas ocasiones, olvidado cuando está dirigido hacia otra persona que no desea lo mismo, pero que esto, suponiendo una contrariedad y un disgusto, no implica un fracaso personal. También hemos de evitar asociación de orgasmo como un final necesario de toda relación sexual, es decir, que puede haber relaciones sexuales placenteras en las que no se alcance el orgasmo.

Explicarles qué el desarrollo biológico y el desarrollo psicológico llevan normalmente distinto ritmo. Su cuerpo ya está preparado –en casi todos los casos– para la reproducción, pero aún no han alcanzado la necesaria madurez psicológica que es imprescindible para poder tomar decisiones con responsabilidad (metodos de prevención sexual) y libertad en este ámbito de la vida.

La sexualidad es una dimensión de cualquier persona, con diferentes posibilidades (comunicación, vínculos afectivos, placer, fecundidad etc.), que puede vivirse en relaciones con diferente grado de compromiso, tanto por hombres como por mujeres, heterosexuales u homosexuales, jóvenes o viejos (Félix López).
-Nos permite: el autoconocimiento, la intimidad y comunicación con la otra persona, establecer vínculos afectivos con la otra persona y obtener placer sexual.

Aunque en la teoría decimos que debemos aceptarnos tal y como somos, en la realidad nos cuesta mucho trabajo hacerlo. La mayoría pensamos que nos gustaría ser diferentes, es decir, mejores: más altos, más guapos… de cómo somos. Para que la teoría se convierta en realidad lo primero es reconocer lo que no nos gusta para poder mejorarlo o, si eso no es posible, asumirlo sin que nos cause preocupación o complejo. En definitiva, querernos más tal y como somos. Muchos de los complejos en la adolescencia derivan de una deformación de la realidad: se ven menos guapos/as de lo que realmente son debido en gran medida a la presión del grupo, a las comparaciones con los demás y a los restrictivos modelos de belleza que impone la publicidad, la moda, los medios de comunicación… Hay que evitar compararse con las demás personas, entender que somos diferentes y que esa diferencia nos enriquece.

14 -15 AÑOS

Aspectos a trabajar:

· Potenciar la igualdad entre los sexos.

· Analizar la doble moral existente para hombres y mujeres ante la libre expresión del deseo sexual.
· Amor ¿Qué es el amor?
· Enamoramiento.
· Identificar los distintos modelos de relación amorosa. Dependencia emocional.
· Valorar las relaciones basadas en el respeto mutuo.
· Pasión.
· Identidad sexual.
· La orientación sexual.
· Elementos que conforman la identidad personal.
· La diversidad sexual: Homosexualidad y heterosexualidad.
· Detectar las situaciones con riesgo de violencia física, psíquica y sexual.
· Prevenir y sensibilizar ante la violencia de género.

El respeto a la diversidad sexual, el respeto a las diferentes formas que tenemos de ser varones y mujeres, está en la base de la convivencia pacífica entre los seres humanos. Nuestra identidad personal se conforma como un puzzle de distintos elementos: la biología, la familia, nuestro sexo, nuestra orientación sexual, los roles y estereotipos sociales, nuestra personalidad..., a lo largo del tiempo y en continua evolución.
La homofobia es una lacra de nuestra sociedad y de las aulas y está en el origen de muchos casos de acoso y violencia.


15 – 16 AÑOS

Aspectos a trabajar:

· Conocer e identificar los mitos y las actitudes asociadas a las relaciones sexuales.
· Aprender sobre las diversas formas de relación sexual humana.
· Dar una imagen no sólo coital de las relaciones sexuales.
· Ayudar a las y los adolescentes a practicar diferentes formas de decir no a las presiones para tener relaciones sexuales.
· Tratar los riesgos de una relación sexual no consentida, la influencia del alcohol y de otras sustancias en la voluntad.
· Fomentar la empatía hacia personas de distinta orientación sexual.
· Fomentar el conocimiento de los riesgos en las relaciones sexuales no protegidas contra embarazos no deseados y/o  enfermedades de transmisión sexual.
· Conocer los métodos anticonceptivos, sus ventajas y sus inconvenientes.
· Promover la búsqueda de información adecuada y veraz en las personas e instituciones que tienen competencia para ello.

Decir no a alguien cuando no quieres tener relaciones sexuales o decir no a las presiones de amistades. Es importante responder rápidamente y con un buen argumento, antes de que la pareja trate de convencerte. Ninguna persona tiene derecho a obligar a otra a hacer nada que no desee, sea cual sea el momento y la circunstancia. Recordemos también que es una creencia extendida el pensar que las chicas dicen no cuando quieren decir sí y que, por lo tanto, los chicos deben insistir.
Los embarazos no deseados siguen siendo un problema importante para la juventud. No se pretende asustar, pero sí informar de los riesgos y de cómo evitarlos con el uso de los métodos anticonceptivos.
Es necesario advertir que, algunos de estos embarazos se producen en situaciones de pérdida de la voluntad por el consumo del alcohol o de otras sustancias, y hacer hincapié en que una persona sólo debería mantener relaciones sexuales coitales con quien y cuando realmente lo deseara, sin ningún tipo de presión o coacción.
Así pues, las mujeres siguen siendo las responsables de la contracepción y además ellas y sus parejas, al no utilizar preservativo, están en riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS), entre ellas el VIH, sobre todo en unas edades en las que es frecuente tener varias parejas simultáneas o sucesivas.
Es, por tanto, necesario abordar que la contracepción debe ser una responsabilidad compartida, facilitando la información necesaria sobre los distintos métodos y la accesibilidad a los mismos.

Maite Martínez de Albéniz

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